Nieve, playa, Sochi, paraíso del showtime
El tráfico por la autopista A148 es escaso a la hora en la que vinimos. Empleamos poco más de una hora para llegar, por eso nos sobra tiempo para completar el desayuno con exquisiteces de todo tipo. El Tour, en el que coincidimos con colegas de habla hispana como Ignacio Ortega, de la Agencia EFE (foto) y Manel Alías, de TV3 de Catalunya, prevé entrevistas con el Secretario de Transporte de la Región durante el recorrido en el nuevo tren Lástochka, desde las montañas hasta el centro de la ciudad.
Un trayecto que los hinchas que vengan a la ciudad con su pasaporte Fan ID podrán abordar de manera gratuita. También una visita al reloj que marca la cuenta regresiva de la Copa del Mundo, el contacto con el alcalde Anatoly Pakhomov y un almuerzo especial en la terraza del lujoso restaurante Yaika, así como diversas escalas en puntos neurálgicos de la que fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014. Una jornada que vamos a cerrar presenciando la final de la Copa de Rusia entre el Lokomotiv Moscú del peruano Jefferson Farfán, y el Ural de Ekaterimburgo, en el estadio Fisht.
Gregory, un traductor cuyo servicio nos ha provisto la dirección del COL, colabora con nosotros en las entrevistas. También es importante para traducir por la tarde la comparecencia de Vitaly Mutkó en el autódromo de Sochi, al que ha concurrido para recibir su propio pasaporte Fan ID y hablar sobre los beneficios de esta iniciativa que exime de tramitar el visado habitual.
Pakhomov nos comenta que la ciudad ha dejado de ser un resort de playa para transformarse en una de las tres urbes más importantes del país. Con el 77% de su capacidad hotelera cubierta durante todo el año y 200 propuestas culturales de magnitud, que concitan la atención del público del mundo. Tal vez haya implicado dentro de esa agenda el Gran Premio de Fórmula 1, que mueve muchísimos millones de euros.
Después de la victoria del Lokomotiv (2-0, con goles de Denisov y Aleksey Miranchuk, y trifulca entre los jugadores de ambos equipos en el tiempo añadido), un taxi que nos pidió el bueno de Ignacio Ortega, nos llevó de regreso desde el estadio Fisht hasta el Hotel Denart. Dato informativo para que tengan en cuenta quienes vengan a ver los partidos del Mundial, que finalizan sobre las 23 hora local. Ese viaje cuesta alrededor de 1000 rublos.
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